La barba te abriga y otras ventajas de tu accesorio piloso

Bobobo, un manga escrito e ilustrado por Yoshio Sawai y adaptado en serie de animación por Toei Animation, es el epítome del absurdo donde el pelo adquiere estatus de metonimia: una guerra entre alguien que quiere rapar a la humanidad y un héroe cuyo mayor valor reside en su pelo intonso que, incluso, tiene vida propia y ¡habla!

Bobobo estaría contento de saber que la barba, ese accesorio piloso que para el hombre tiene cierta función de contouring, sirve para abrigarnos, amén de otras funciones muy ventajosas que los barbilampiños carecen.

Abrigo piloso

Al parecer, un rostro barbudo conserva mucho mejor el calor que una cara afeitada. Los autores del estudio compararon la temperatura del labio superior de hombres con barba y bigote, con la de otros varones que llevaban el rostro afeitado. Y comprobaron que la de los primeros era un grado más elevada.

Las barbas también ofrecen una barrera natural contra la polución atmosférica, lo que es favorable para combatir el asma. Según un estudio de la Universidad de Queensland, además, la barba protege contra los rayos ultravioleta y reduce la probabilidad de sufrir cáncer de piel. Aunque eso tampoco debería hacer que nos confiemos: el vello en el rostro en efecto protegerá más a la piel de sufrir cáncer, pero es una medida menor que pierde su “poder” entre más tiempo pase bajo el sol y en horas donde sus rayos son más fuertes.

Las personas que se afeitan también tienen una mayor concentración de bacterias en el rostro, concretamente tres veces más Staphylococcus aureus, según se publica en Journal of Hospital Infection. Para esta investigación se tomaron muestras de los rostros de 408 empleados del hospital con y sin vello facial. Tenían buenas razones para hacerlo. Las infecciones adquiridas en los hospitales son causa de muchas enfermedades y muertes.

Al parecer, las microabrasiones que sufre la piel cuando nos afeitamos favorecen la proliferación de estos microbios que, entre otras cosas, pueden originar infecciones cutáneas y respiratorias.

Con todo, prefieres el afeitado antes que defender el pelo como hace Bobobo? Entonces quizá deberías afeitarte por imagen social. Estudios recientes también asocian la barba con la falta de honestidad: más de la mitad del público occidental cree que los hombres con el rostro afeitado son más honestos que aquellos con barba. Tal y como explica Richard Wiseman en su libro Rarología:

Aparentemente, las barbas invocan imágenes de intenciones diabólicas, ocultación y poca higiene. Si bien no existe absolutamente ninguna relación entre la honestidad y el pelo facial, el estereotipo es lo suficientemente poderoso como para afectar al mundo, lo que tal vez explique por qué todos en la lista Forbes de los cien hombres más ricos lucen el rostro afeitado y por qué ningún candidato exitoso a la presidencia estadounidense ha llevado barba o bigote desde 1910.

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