Para identificar la especie de este insecto hay que fijarse en la forma de su pene

Los elatéridos se distinguen perfectamente de todos los demás coleópteros por una particularidad morfológica singular: tienen un dispositivo (como un resorte= que les permite saltar unos centímetros cuando caen de espaldas o hacer el mismo movimiento enérgico al ser capturados por un depredador

A veces, en entomología para distinguir una especie de otra hay que fijarse en rasgos muy particulares y hasta sutiles. Algunas hormigas se distinguen por el número de segmentos antenales, mientras que para distinguir las casi 7.000 especies diferentes de elatéridos hay que fijarse en la vellosidad y la forma del pene.

Genitales y entomología

En realidad, los entomólogos dedican mucho tiempo a fijarse en los genitales de los insectos. En ocasiones, es la forma más eficaz de conocer una especie de insecto. Por ejemplo, lo que hace especial a una nueva especie de piojo como la Dennyus simberloffi frente a sus parientes más cercanos es precisamente que sus genitales son excepcionalmente pequeños, y la cabeza y el ano son muy anchos.

El pene de pulga es el pene más largo de todos los insectos (en proporción). Dispone de tantos ganchos, resortes y púas que, más que un pene, parece una navaja multiusos suiza.

La especie más antigua a la que se le conoce pene es una criatura marina de dura concha llamada Colymbosathon ecplecticos. Este término griego significa “asombroso nadador de gran pene”.

Otro caso particularmente llamativo es el de los Los insectos del género Neotrogla, que no son un caso aislado de sexo invertido, pero sus hembras son las únicas que se caracterizan por tener pene.

La hembra inserta su órgano eréctil en el macho para absorber esperma y otros fluidos nutritivos.

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