El descubrimiento de la serpiente química que se mordía la cola

En los prolegómenos de la química orgánica, los compuestos orgánicos se dividieron en aromáticos (fragantes) y alifáticos (grasos). Los aromáticos desprendían diversos olores, como el tolueno (olor a vainilla y canela), en general agradables, por ello se denominaron <<aromáticos>>. Cuando más tarde se investigó la estabilidad inusual del hidrógeno-carbono de otros compuestos, el término <<aromático>> empezó a aplicarse también a los compuestos que poseían esta estabilidad, independientemente de su olor.

El benceno fue descubierto en 1825 por el científico inglés Michael Faraday. En 1865, el químico alemán Friederich Kekulé, a través de una pesadilla en el que aparecía una serpiente que se mordía la cola, descubrió la estructura anular del benceno. Por aquella época ya se sabía que el benceno estaba formado por seis átomos de carbono y seis átomos de hidrógeno (C6H6), pero no se tenía ninguna pista clara sobre su estructura.

Kekulé asegura que la inspiración para localizar la estructura de la molécula del benceno, un hidrocarburo aromático, surgió a raíz de una ensoñación en la que aparecía una serpiente que se mordía la cola (un símbolo habitual en muchas culturas ancestrales, conocido como Ouroboros), lo que le llevó a plantearse la posibilidad de que la molécula del benceno tuviera forma de anillo.

En 1865, Kekulé publicó un artículo en el que sugería que los átomos de carbono forman una estructura cerrada sobre sí misma con forma de hexágono, usando una y dos valencias para conformar estas uniones, mientras que los átomos de hidrógeno se unen a cada una de las valencias restantes. Esta nueva comprensión de la estructura del benceno y de todos los compuestos aromáticos resultó ser de la mayor importancia para el desarrollo futuro de la ciencia química.

La idea de Kekulé sobre la estructura del benceno es uno de los típicos descubrimientos casuales en ciencia (lo que se conoce como serendipia), dado que según la versión más conocida Kekulé, tras mucho trabajar en el problema, terminó hallando la solución en un sueño.

El benceno en la actualidad

El benceno es hoy en día uno de los productos químicos de mayor producción mundial, porque tiene infinidad de aplicaciones, como la fabricación de determinados tipos de gomas, lubricantes, tinturas, detergentes, medicamentes y pesticidas, hasta como punto de partida para manufacturar otros productos químicos empleados en la fabricación de plásticos, resinas y fibras sintéticas como el kevlar.

Si bien hoy en día las propiedades del benceno son las que mejor se conocen de entre todos los compuestos orgánicos, su estructura química exacta no se determinó hasta una fecha tan reciente como 1931. Otra cosa interesante del benceno son su propiedad física ya que presenta un olor a quemado y, además, es muy tiene un punto de fusión de 5,5 ° C y un punto de ebullición de 80,1 ° C.

Por otra parte, la exposición prolongada al benceno puede producir leucemia, caracterizada por la disminución del número de glóbulos rojos y por el aumento del número de glóbulos blancos.

Michael Faraday publicó en 1827 su libro *Chemical Manipulation***, fruto de sus investigaciones en química, siendo el descubrimiento del benceno su última investigación importante en el campo de la química pura. El libro es accesible para profanos porque está dirigido a estudiantes sin conocimientos previos en la materia, y además huye de las descripciones meramente teóricas, algo frecuente en los libros de texto de la época, y se centra en los experimentos.

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