Pensar en tu pareja puede amortiguar el dolor, el estrés y otros sentimientos negativos

Nuestra concepción del amor romántico no puede estar más trillado, ni tampoco estar más rebozado de pleonasmos y tautologías, y un sinfín de imprecisiones, pálpitos e intuiciones que contradicen seis décadas de literatura científica.

Sin embargo, hay intuicios o simples manifestaciones físicas que sí han sido corroboradas. Como los cambios neurofisiológicos que tienen lugar en un cerebro enamorado.

Neuroimagen

Stephanie Cacioppo, psicóloga de la Universidad de Chicago que ha estudiado la neurociencia del amor romántico durante la última década, explica que el proceso implica varios cambios complejos, particularmente en el sistema de recompensa del cerebro.

Más específicamente, en una revisión de 2012 de la literatura científica sobre el amor, Lisa Diamond y Janna Dickenson, psicólogas de la Universidad de Utah, encontraron que el amor romántico se asocia más consistentemente con la actividad en dos regiones del cerebro: el área tegmental ventral (VTA) y el núcleo caudado.

Estas áreas juegan un papel esencial en nuestra vía de recompensa y regulan el neurotransmisor dopamina. En otras palabras, durante las primeras etapas del amor echamos de menos a tu amado porque este te hace sentir muy bien.

De hecho, simplemente pensar en tu pareja no solo te hace sentir bien, sino que también puede amortiguar el dolor, el estrés y otros sentimientos negativos. Un estudio, por ejemplo, ha demostrado que a las mujeres enamoradas les va mejor en las tareas cognitivas después de que se les indique subliminalmente el nombre de su amante.

Estos patrones neuronales de amor romántico parecen ser universales en diferentes géneros, culturas y orientaciones sexuales. El amor romántico y platónico, por ejemplo, puede venir asociado con firmas neuronales únicas. Y los estudios muestran que los procesos neuronales a cargo de la atracción y el deseo sexual pueden ocurrir junto con los que regulan el amor romántico y, a veces, superponerse con ellos, pero son en gran medida distintos de ellos.

Sea como fuere, pues, parece que encontrar a alguien especial en nuestra vida es una fuente segura y estable de felicidad, aunque no se nos da demasiado bien escoger pareja, en muchas ocasiones. Tal vez necesitemos ayuda. Big Data + algoritmos de aprendizaje automático a fin de hallar tu pareja perfecta. La que te conviene. Y, además, la oferta no será tan limitada como ahora (básicamente la gente que vive en tu barrio o poco más allá), sino total (la humanidad). Podéis saber más sobre ello en el siguiente vídeo:

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