Vasos de diseño

Como si de confección industrial se tratara, un equipo de investigadores estadounidenses ha conseguido crear vasos sanguíneos en el laboratorio diseñados para el organismo. Según sus expectativas, que de momento sólo se han corroborado en animales, estas venas y arterias serían compatibles con cualquier individuo y podrían almacenarse hasta que fueran necesarias.

Su trabajo, publicado en la revista Science Translational Medicine, supone un gran avance en el campo de la ingeniería de tejidos.

Hasta el momento, estos tejidos (que sólo se han utilizado en casos experimentales) debían ‘fabricarse’ con células del propio paciente para evitar problemas de rechazo. Además, era necesario esperar al menos nueve meses para conseguir el vaso sanguíneo, que se implantaba casi inmediatamente. Ahora, gracias al trabajo de este equipo multidisciplinar, es posible acortar el proceso, prolongar la viabilidad de los tejidos y hacer que, en teoría, éstos sirvan para múltiples receptores.

Según sus previsiones, los nuevos vasos podrían ser útiles para las personas que se someten a diálisis (que muchas veces presentan problemas en los vasos sanguíneos donde se conecta la terapia) y en aquéllos que deben recibir una cirugía de by-pass.

Para llevar a cabo su investigación, estos científicos tomaron células de músculo liso (uno de los tipos presentes en los vasos sanguíneos) de varios cadáveres humanos y las cultivaron en un andamiaje tubular fabricado a base de un polímero biodegradable. En esta matriz, fue formándose una estructura exterior a base de colágeno y otras moléculas, que permaneció intacta una vez que la base desapareció.

Para asegurarse de que no quedaba rastro de las células humanas primigenias, que podrían provocar una reacción inmunológica en el receptor, los investigadores lavaron el vaso con un detergente especial y comprobaron sus propiedades. Según sus datos, tanto su fuerza como su elasticidad y su estructura no variaron, incluso después de permanecer almacenados durante un año.

En sus conclusiones, los autores subrayan que, aunque preliminares, sus resultados demuestran que se pueden crear vasos bioartificiales compatibles con múltiples receptores de forma rápida y con la posibilidad de almacenarlos.

Vía| Science Translational Medicine

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