Danakil: un lugar estéticamente parecido al Infierno

Este lugar se llama Danakil. Es un desierto y está situado dentro de la depresión de Afar, en la región oriental de Etiopía y al sur de Eritrea, entre el Mar Rojo y el Nilo Azul, en lo que se llama Cuerno de África. Para llegar allí desde las montañas del Tigrai, en el norte de Etiopía, hay que pasar por cuencas de ríos secos y una zona montañosa poco habitada que recuerda al Gran Cañón del Colorado.

El único atisbo de vida entre el calor sofocante son los camellos. Es uno de los puntos más calientes del mundo, con temperaturas diurnas que superan los 55 grados centígrados. Pero no por esta razón ha sido definido por muchos como un Infierno en la Tierra. Es su aspecto lo que recuerda realmente al Infierno.

En un lugar de este desierto que constituye la separación de las placas tectónicas arábiga y africana (mayor responsable de los cambios topográficos de la zona), donde se alcanzan depresiones del terreno de hasta 155 metros por debajo del mar (las mayores depresiones del mundo) y donde uno puede probar agua de un lago con una salinidad increíble (mayor al 34,8 %), encontraréis la región del volcán Dallol. Un volcán (el único del planeta que se encuentra bajo el nivel del mar) que está provisto de diversos manantiales ardientes de colores que van desde el anaranjado, hasta al amarillo, pasando por el verde y el blanco.

Estos colores surrealistas son producidos por el azufre y otros minerales, como sal y sulfuro, que brotan de las entrañas de una tierra que tiene el dudoso privilegio de ser una de las áreas tectónicas más activas del planeta. Contemplar los lagos de lava, como el formado por el antiguo volcán Erta-ale, que es el lago de lava más grande del mundo, o los lagos de ácido, los géiseres sulfurosos o las interminables fuentes de sal halladas en Assal.

Una corteza terrestre que es tan fina que se hunde en algunos puntos. Un despliegue de texturas y sonidos procedentes del interior de la tierra que recuerdan vagamente a un gigantesco puchero en el que se cocina una sopa multicolor que podría servirle a un pintor impresionista para mojar sus pinceles.

Tened en cuenta que llegar hasta allí no es cosa fácil. Deberéis viajar hasta Mekele, desde donde partiréis en un viaje de un día para recorrer los 150 kilómetros de pistas imposibles que os separan de Hamd Ela, un asentamiento Afar de no más de unas decenas de chozas construidas con palos y esteras, que será vuestro campamento base en el desierto.

Si os apetece contemplar Danakil como si estuviérais allí, echad un vistazo a la serie de documentales que emite Canal Odisea titulado El lugar más caluroso de la Tierra.

Vía | Anfrix

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