Cómo el sonógrafo revolucionó nuestra comprensión del sonido de los pájaros cuando cantan

El equivalente acústico de un microscopio o de una cámara de alta velocidad es el sonógrafo. Literalmente, el sonógrafo es una máquina capaz de transformar el sonido en imagen. "Ver" el sonido, en apariencia un hito baladí, sin embargo, nos permitió avanzar enormemente en la comprensión de éste.

Un ámbito particularmente curioso donde el sonógrafo nos permitió acceder a nuevos conocimientos fue el del canto de las aves.

Bell

El sonógrafo fue inventado en los años 1940 por los Laboratorios Telefónicos Bell, en Estados Unidos. Su intención era identificar posibles criminales por medio de sus huellas vocales, tan distintivas de cada individuo, suponían, como los dibujos dactilares. Pronto se advirtió que el sonógrafo podía servir para cuestiones más fructíferas.

William H. Thorpe fue el primero en usarlo, en Cambridge, para entender el canto de las aves. Tal y como abunda en ello Tim Birkhead en el libro Los sentidos de las aves:

Evidentemente, las grabadoras ya existían de antes, pero escuchar el canto de un pájaro, aunque sea a velocidad reducida, no llega a ofrecer la misma resolución ni sensación de comprensión que una imagen. Solo al transformar la señal acústica en una visual empezamos realmente a apreciar toda la complejidad del canto de las aves y a especular sobre cuánto de esa complejidad llega a oír el pájaro o es capaz de interpretar.

Por ejemplo, si nos limitamos a escuchar el canto del chotacabras cuerporruín, éste nos sonará como si constara de tres notas. Pero si observamos el canto en un sonograma, entonces descubriremos que la llamada, en realidad, consta de cinco notas distintas, no de tres. Para el oído humano, la llamada se emite tan rápido que la separación entre las distintas notas se pierde.

Análisis del oído humano indican que nuestra capacidad de descifrar sonidos diferentes empieza a fallar cuando el intervalo entre los sonidos se acerca a una décima de segundo. Muchos cantos de aves, sin embargo, contienen elementos que se suceden a intervalos mucho más cortos que este y cada vez hay más pryebas de que las aves son capaces de detectar dichas diferencias. De hecho, este es el único aspecto del oído en el que las aves son mucho mejores que los humanos.

Esto plantea una cuestión final interesante: si pudiéramos escuchar el canto de un pájaro de la misma forma que lo escucha un pájaro, ¿nos continuaría pareciendo "bonito" o que es comparable a la música?

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