Cómo conducir nuestro coche por el Mar de la Tranquilidad con Frank Sinatra en la radio

Hace casi dos años (cómo pasa el tiempo) compartía con vosotros una de esas elucubraciones mías, un poco locuelas. Nada menos que me preguntaba ¿Cuánto tardarías en llegar en coche a un planeta del sistema solar? Allí calculaba, por ejemplo, que para llegar hasta la Luna, si viajara a 100 km/h, tardaría nada menos que 160 días. 5 meses. Si viajara a una velocidad de 120 km/h, entonces tardaría 3.200 horas cubrir los 384.000 kilómetros. Eso significa un total de 133 días de conducción sin parar, más de 4 meses.

Es un cáculo absurdo porque no tiene en cuenta otros factores, como que al no haber fricción, podría alcanzar velocidades mucho mayores. Pero su objetivo no era ser verosímil sino permitirnos reflexionar acerca de las gigantescas proporciones del sistema solar.

Un vistazo a…
El papel FUNDAMENTAL de ESPAÑA en la CARRERA ESPACIAL

Con el mismo objetivo, hoy nos preguntamos cómo podríamos conducir nuestro coche por la superficie lunar, concretamente por el Mar de la Tranquilidad. ¿Había que hacer alguna modificación? ¿O basta con apretar el acelerador?

Lo cierto es que un coche normal se enfrentaría a problemas bastante serios en la Luna. Por de pronto, no podríamos encender nuestro motor de combustión interna, porque la atmósfera lunar es pobre en oxígeno, así que el coche no podría quemar combustible o se derretiría en la superfie, donde las temperaturas van desde lo muy frío hasta lo muy caliente.

Es decir, lo primero es cambiar los neumáticos por esas ruedas de malla metálica que usan los vehículos de la NASA. Luego habría que sustituir el motor de combustión por un motor eléctrico con células de hidrógeno como combustible.

Pero nos enfrentamos a otros problemas. Sin atmósfera estamos a merced de los rayos cósmicos, que a tales niveles de intensidad pueden incrementar un 3% el riesgo de desarrollar cáncer en solo 6 meses. Pero lo peor son los protones procedentes de las erupciones solares, que podrían matarnos en menos de una hora: para protegernos de ello deberíamos instalar paneles llenos de agua de unos 5 cm de espesor.

Pero no todo son desventajas: al haber menor gravedad, podríamos recorrer 6 veces más con la misma carga de batería que en la Tierra. Sin embargo, el escollo más importante de todos es transportar nuestro coche hasta la Luna: la NASA tiene unas tarifas bastante altas por cada gramo de peso, concretamente 25.000 dólares por cada 500 gramos, así que empecemos a preparar el bolsillo.

Por supuesto, cuando empecéis a rodar por el Mar de la Tranquilidad, no os olvidéis de poner en la radio Fly Me To The Moon de Frank Sinatra. Por eso de ambientar y tal. Y si queréis algo más movido, entonces Dancing in the Moonlight de Toploader.

Portada de Xataka Ciencia