Tres cosas que la ciencia es capaz de reducir a polvo, según Richard Dawkins

Tres cosas que la ciencia es capaz de reducir a polvo, según Richard Dawkins
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Richard Dawkins es uno de los invitados de honor en Xataka Ciencia. Entre sus libros hallamos maravillas como El gen egoísta, Destejiendo el arco iris o, quizá el más combativo de todos, El espejismo de Dios.

Dawkins, un admirador de Carl Sagan sin embargo, se diferencia de este al mostrarse más beligerante con la anticiencia, las religiones, el posmodernismo y el constructivismo social. Como muestra, las tres siguientes ideas que, según Dawkins, la ciencia ha reducido a polvo.

1. Verdad relativa

Según Dawkins, gracias a la ciencia se derriba la idea de que no existe lo que se llama verdad objetiva, o que nosotros creamos nuestra propia verdad. Por supuesto, esto no significa saberlo todo ni tener la última palabra, sino que disponemos de evidencias más válidas, más basadas en datos, incluso más pragmáticas, que otras.

Dawkins ataca así al relativismo cultural que difundió el posmodernismo hace ya medio siglo.

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2. Realidad objetiva

Según Dawkins, la ciencia también ha derribado la idea de que no existe la realidad objetiva o que nosotros creamos nuestra propia realidad.

Sabemos que, si bien nuestras observaciones pueden influir en la propia realidad, o que no podemos tener una precisión completa de la misma, la realidad sigue su curso con independencia de nuestra conciencia.

3. Espíritu

Según Dawkins, también la ciencia reduce a cenizas la idea de que existen formas espirituales, místicas o internas de conocimiento que son superiores a nuestras formas habituales de conocimiento. Y, por extensión, rebate la idea de que la ciencia es una creencia más, tan irracional o mística como cualquier otra fe.

Para Dawkins, la ciencia no es un sistema de creencias o mitos, y huye precisamente de ideas intocables, de falacias de autoridad e incluso de los propios científicos: no importan las creencias que ellos sostengan, sino que sean capaces de superar los estrictos protocolos de la propia ciencia.

Para reforzar esta idea, Dawkins, en su libro La ciencia en el alma, cita El mundo y sus demonios de Carl Sagan y Higher Superstition, de Paul R. Grosss y Norman Levitt:

Una escalofriante colección y una feroz y justificada crítica a tonterías similares, entre las que están "el constructivismo cultural", "la ciencia afrocéntrica", "el álgebra feminista" y "los estudios de ciencia", sin olvidarnos de la afirmación de Sandra Harding de que los Principia Mathematica Philosophae Naturalis de Newton son un "manial de violación".

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