Las alucinaciones forman parte de nuestra percepción: ya vivimos en Matrix

Las alucinaciones forman parte de nuestra percepción: ya vivimos en Matrix
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A menudo, en el cine se combaten los mundos virtuales como Matrix porque estos no son estrictamente reales. Nadie en el cine quiere vivir en un mundo recreado. Sin embargo, dado el funcionamiento de nuestros sentidos, en realidad ya estamos viviendo de facto en un mundo recreado, irreal y entreverado de malas percepciones, interpretaciones erróneas y alucinaciones visuales, olfativas y auditivas.

Sistema deficiente

En 1998, investigadores del King's College London escanearon los cerebros de personas con alucinaciones visuales. Descubrieron que las áreas del cerebro que estaban activas también están activas mientras ven una versión real de la imagen alucinada.

Los que percibían caras alucinadas, por ejemplo, activaron áreas de la circunvolución fusiforme, que se sabe que contienen células especializadas activas cuando miramos caras reales. Lo mismo era cierto con alucinaciones de color y palabras escritas. Fue la primera evidencia objetiva de que las alucinaciones son menos como la imaginación y más como la percepción real.

Ahora sabemos que las alucinaciones ocurren en personas con una salud mental perfecta. La probabilidad de experimentarlas aumenta a partir de los 60 años; y el 5 por ciento de nosotros experimentará una o más alucinaciones en nuestra vida.

Por si fuera poco, las alucinaciones son solo la punta del iceberg. La mente consciente tiene una capacidad de procesamiento 200.000 veces menor que el inconsciente. Solo vemos el 1% del espectro electromagnético y oímos el 1% del espectro acústico. Los rayos X, los rayos gamma, la luz infrarroja o la ultravioleta son completamente invisibles para nosotros. A decir verdad, nuestros ojos solo detectan el rojo, el verde y el azul, tal y como explica el físico teórico Michio Kaku en su libro El futuro de nuestra mente:

Eso significa que nunca hemos visto el amarillo, el marrón, el naranja ni muchos otros colores. Esos colores existen, pero nuestro cerebro solo puede hacerse una idea aproximada de cada uno de ellos combinando en distintas proporciones el rojo, el verde y el azul.

Imagen | aymen_bet

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