Cuanta más igualdad de género hay en un país, menor es la participación de las chicas en juegos de ajedrez

Cuanta más igualdad de género hay en un país, menor es la participación de las chicas en juegos de ajedrez
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La paradoja de la igualdad reza que, al lograrse una mayor igualdad de género, afloran los rasgos innatos a nivel biológico con mayor evidencia. Por ello, "en los países con menos igualdad, como Arabia Saudí, las mujeres son alrededor del 45% de los graduados en informática. En cambio, en países como Suecia son menos del 15%".

Esta paradoja [se ha constatado en 80 países](esta relación se da en casi 80 países.). Es decir, que apostar por la igualdad, nos hace más diferentes. Y ahora un nuevo estudio lo confirma, incluso, en las preferencias por el ajedrez.

Ajedrez masculino

La paradoja de la igualdad de género se refiere al hallazgo desconcertante de que las sociedades con más igualdad de género muestran mayores diferencias de género en una variedad de fenómenos, sobre todo en la proporción de mujeres que obtienen títulos en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.

La presente investigación demuestra a través de dos medidas diferentes de igualdad de género que esta paradoja se extiende a la participación en el ajedrez, específicamente que las mujeres participan con mayor frecuencia en países con menos igualdad de género.

Junto a la Filosofía, que también es un ámbito del concomiento donde las mujeres apenas están representadas, el ajedrez también parece un páramo en ese sentido. Para Leontxo García, una de las mayores autoridades en la divulgación del ajedrez en España, continúa siendo una actividad en la que las mujeres no resaltan apenas.

Entre 1900 y 1990, muy pocas mujeres están consideradas entre los 500 mejores ajedrecistas del mundo. De hecho, solo tres se consideran como tal: Vera Menchik, Nona Gaprindashvili y Maia Chiburdanidze. Una rusa y dos georgianas. Según escribe en su libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas:

Hoy (primavera de 2013), las diez primeras del escalafón femenino están entre los 500 primeros (aunque sólo Judit Polgar, 58ª, está entre los 100 primeros; llegó a ocupar el 8ª puesto en 2004-2005). (…) No es superfluo recordar que muchas mujeres jugaban al ajedrez en la Edad Media. (…) Sería demasiado simplista resolver la discusión diciendo que el supuesto misterio no es más que un reflejo de la discriminación secular de las mujeres en casi todos los países del mundo, porque las diferencias en ajedrez son mucho mayores que en otros ámbitos profesionales, artísticos y científicos. En cambio, un argumento aceptable para iniciar el debate es que el número de jugadores es muy superior al de jugadoras, aproximadamente por 14 a 1 en 2013 (de 20 a 1 a finales del siglo XX, si nos guiamos por las inscripciones en la Federación Internacional (FIDE).

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