Las almejas y los gusanos oceánicos también liberan gas de efecto invernadero

Las almejas y los gusanos oceánicos también liberan gas de efecto invernadero
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Además de las fuentes de emisiones más evidentes, hay otras fuentes de gases de efecto invernadero que resultan sorprendentes. Uno es el de las vacas: el metano lo produce la flora microbiana de su sistema digestivo cuando digiere hierba y lo expulsa en forma de eructos.

Aún menos conocido es el gas de efecto invernadero que producen las almejas y los gusanos del océano.

Almejas

Lo que produce una media de 340 litros de metano al día son los eructos de la vaca. O sea, el 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La cría de ganado produce el 18 % de todos los gases de efecto invernadero (más que todos los coches y otras formas de transporte del mundo).

Ahora debemos sumar a otros animales.

Un equipo de investigadores de las universidades de Cardiff, en Reino Unido, y Estocolmo, Suecia, ha demostrado que las criaturas del océano producen grandes cantidades de los gases de efecto invernadero. Estos animales pequeños pero muy abundantes pueden desempeñar un papel importante, pero hasta ahora descuidado, en la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mar.

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Un análisis detallado mostró que alrededor del 10 por ciento de las emisiones totales de metano del Mar Báltico pueden deberse a las almejas y los gusanos. Los investigadores estiman que esto es equivalente a la cantidad de metano emitida por 20.000 vacas lecheras.

Según explica el coautor del estudio, Ernest Chi Fru, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Océano de la Universidad de Cardiff:

Lo que resulta desconcertante es que el Mar Báltico representa solo el 0,1 por ciento de los océanos de la Tierra, lo que implica que animales bivalvos aparentemente inocuos en el fondo de los océanos del mundo, de hecho, pueden estar contribuyendo a cantidades ridículas de gases de efecto invernadero a la atmósfera que no han sido contabilizadas.

Para llegar a sus resultados, el equipo analizó trazas de gas, isótopos y moléculas de los gusanos y almejas, conocidos como poliquetos y bivalvos, respectivamente, extraídos de sedimentos oceánicos en el Mar Báltico.

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