La rapidez a la que se expande un virus informático (I)

La rapidez a la que se expande un virus informático (I)
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El primer virus informático de la historia se llamó Creeper. Creado por Robert Thomas Morris. Su primera víctima fue un IBM Serie 360, en 1972. Este programa emitía periódicamente en la pantalla el mensaje: “I’m a creeper… catch me if you can”“ / “Soy una enredadera agárrame si puedes”.

Fue eliminado con el primer antivirus, el “Reaper” “Cortadora”. Y, desde entonces, la cosa no ha hecho más que crecer exponencialmente. Y es que el aumento de ordenadores y de conexiones a la Red favorece también el aumento de virus informáticos.

La denominación “virus informático” fue introducida en 1983 por el investigador Fred Cohen, quien usó el término para referirse a sus experimentos de códigos autorreproducibles. Sin embargo, la producción masiva de tales códigos (y la competencia por crear los virus más destructivos, molestos) surgió tras el lanzamiento del libro Neuromante de William Gibson, que sirvió de fuente de inspiración para muchos escritores de virus.

Hacia mediados de la década de 1990, las “redes de área local” (conjuntos relativamente pequeños de ordenadores conectados en el seno de organizaciones) se convirtieron en “redes de área amplia”. Ello permitió que algunos virus tuvieran un éxito propagador nunca visto anteriormente.

El resultado es que los virus, actualmente, pueden extenderse por el mundo en cuestión de horas o incluso minutos gracias a la transferencia electrónica a través de Internet. Así las probabilidades de que vuestro ordenador sea infectado por algún tipo de virus ha aumentado desde 1 por cada 10.000 por año en 1990 a 1 por cada 1.000 en 1995. Y a 1 por cada 10 en 2002.

Los primeros habitantes de estas nuevas poblaciones de patrones en potencia fueron los virus de archivo, que en principio tendieron a extenderse como “autostopistas” en documentos adjuntos a mensajes de correo electrónico. Pero en 1995 Microsoft introdujo WordBasic, un lenguaje de programación basado en textos para escribir órdenes macro que simplificaron mucho la escritura de virus. Los macros son esencialmente pequeños programas que añaden funciones especializadas a las operaciones de los grandes programas de software.

En orden cronológico, los 10 virus más destructivos de todos los tiempos son: CIH, Blaster, Melissa, Sobig.F , ILOVEYOU, Bagle, Code Red, MyDoom, SQL Slammer, Sasser.

Veamos el ejemplo de un virus que nació en Hong Kong el 3 de mayo del año 2000 y que se extendió por todo el mundo en sólo unas horas. Se llamó ILOVEYOU o Love Bug, y venía como un adjunto a un mensaje electrónico titulado “I Love You” (claro, un correo sin duda irresistible). En esas pocas horas afectó nada menos que a 55 millones de ordenadores, de los que 3 millones se infectaron (hacía falta abrir el documento adjunto para infectarse), y causó daños en todo el mundo por valor de miles de millones de dólares.

Su éxito de propagación se basaba en que se enviaba a todos los contactos que figuraban en la libreta de direcciones de correo electrónico del usuario.

Como Filipinas no tenía leyes que hablaran sobre la escritura de virus, el autor de ILOVEYOU quedó sin cargos.

Previamente, el típico autor de virus había sido un muchacho adolescente asocial, lleno de granos, que podía escribir código máquina y que buscaba un placer indirecto en la fama de su progenie. Hoy en día, el perfil del escritor de virus es mucho más amplio, e incluye a casi todo el mundo, hombre o mujer, de cualquier edad.

Vía | El meme eléctrico de Robert Aunger

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