Cubiertas Vegetales (I)

Cubiertas Vegetales (I)
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A raíz del post de 10 maneras de ahorrar energía en el trabajo, escrito hace un par de días, pensé que sería interesante centrarse en las cubiertas vegetales, tan de moda hace unos años.

Desde la antigüedad, esta técnica de arquitectura se utilizaba tanto en países extremadamente fríos como cálidos ya que ayuda a mantener la temperatura interior más suave que en el exterior. Y actualmente se están convirtiendo en toda una revolución en el resto del mundo.

En países como en Suiza, se exige que al menos el 20% de los techos, tanto de edificios históricos como de nueva construcción, tengan plantas; y en Alemania, por ley, las nuevas edificaciones industriales deben tener jardines en sus techos.

Pero ¿qué es un techo verde o cubierta ajardinada?

Pues, tal como su nombre dice, el techo de un edificio que está parcial o totalmente cubierto de vegetación, cuya capa exterior de cobertura la ocupa un sustrato de pequeño espesor que alberga especies vegetales de poco o nulo mantenimiento.

Una tecnología usada en los techos para mejorar el hábitat o ahorrar consumo de energía, es decir, que cumplen una función ecológica.

Las cubiertas vegetales tienen ciertas ventajas. Con los cambios de temperatura, la superficie de la cubierta se dilata y se vuelve a contraer, de modo que debe soportar una gran tensión. Con una cubierta ajardinada, estas diferencias de temperatura se reducen a aproximadamente 25ºC.

En verano la temperatura es más alta, lo que hace que la vida bajo el tejado sea más llevadera y menos costosa. Por el contrario, en invierno, la cubierta ajardinada actúa como aislante térmico y contribuye a reducir los costes de calefacción.

En caso de fuertes lluvias, actúa como una esponja que absorbe el agua de lluvia y después la vierte de nuevo poco a poco a la canalización.

Incluso en instalaciones de poca altura (sustrato o lana mineral de entre 4 y 6 cm.), la canalización soporta una carga hasta un 40% menor. Si se piensa en las lluvias de finales del verano en la cuenca mediterránea, la instalación de cubiertas ajardinadas sería muy deseable.

Además de reducir la carga de la canalización, las cubiertas ajardinadas consiguen también mejorar el ambiente en zonas de gran aglomeración, el aire mejora porque las plantas absorben las impurezas, incluso el ruido.

Las aves disponen de un hábitat adicional en las ciudades. Para las personas que viven en pisos altos y que pueden ver las cubiertas ajardinadas, éstas representan un agradable oasis de naturaleza.

Los inconvenientes de este tipo de techos verdes se basan en los requisitos estructurales, algunos edificios ya existentes no pueden ser modificados porque no soportarían el peso del suelo y vegetación.

También es de importancia la impermeabilización al agua: instalar una adecuada capa impermeable y a prueba de raíces puede aumentar el costo de instalación. Hay que tener en cuenta que en función del tipo de cubierta requerirán diferentes costes de mantenimiento y de riego.

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