Razones para recuperar el "honor perdido"

Razones para recuperar el "honor perdido"
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Pasados ya quince días del brote de E.coli en Alemania, todavía hay quienes siguen dudando de los pepinos españoles. José María Durán Altisent, catedrático del Departamento de Producción Vegetal: Fitotecnia, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid, responde a ¿qué razones tenemos para descartar la contaminación por E.coli de los pepinos de Almería?

Al menos existen cinco razones que nos llevan a pensar que la contaminación producida en Alemania por E.coli no podía proceder de los pepinos cultivados en la denominada “Huerta de Europa”

planta del pepino

En primer lugar hay que decir que, el pepino (Cucumis sativus) es una especie anual que, en condiciones favorables de cultivo bajo invernadero, presenta un rápido crecimiento y puede alcanzar más de 2 m de altura. Se trata de una planta trepadora, por lo tanto, tiene que ser guiada (entutorada) mediante hilos de rafia. A medida que avanza el ciclo de cultivo, los pepinos van apareciendo en pisos cada vez más elevados.

En el momento en el que se produce la alarma (23/05/2011), el estado de desarrollo del pepino almeriense se hallaba en una fase muy avanzada de crecimiento, casi al final del ciclo de cultivo; por lo tanto, es altamente improbable que los frutos pudieran estar en contacto con estiércol supuestamente ubicado a nivel del suelo.

En segundo lugar, en muchos invernaderos de Almería, los cultivos se realizan mediante una técnica que recibe el nombre de “enarenado” que consiste en colocar una capa de arena silícea de 10-12 cm de espesor, sobre un suelo roturado, sin piedras, más o menos nivelado y con unos índices normales de fertilidad.

enarenado

Entre la capa de arena y el suelo se coloca una pequeña capa de unos 8-10 mm de espesor de estiércol o bagazo. Esta operación se repite cada 8-10 años, cuando el efecto del estiércol se da por acabado. Por lo tanto, el estiércol que se utiliza en los invernaderos donde se practica el “enarenado” no permanece para nada en contacto con los frutos que produce el pepino.

En tercer lugar, hay que señalar que antes de que un producto hortofrutícola salga a los mercados nacionales e internacionales, diversos laboratorios (Agrocolor, Cohexpal y Savia Biotech, entre otros) realizan una gran cantidad de análisis con el fin de cumplir con la normativa vigente en materia de sanidad alimentaria y certifican la calidad alimentaria de la mercancía que sale de Almería.

De ahí que, tan pronto como se conoció la noticia, dichos laboratorios se apresuraron a lanzar diversos comunicados señalando que de Almería no había salido la bacteria E. coli que fue encontrada en los pepinos contaminados.

En cuarto lugar, hay que decir que los fertilizantes o fitosanitarios que se utilizan para hacer crecer y proteger los cultivos hortícolas que se producen en los invernaderos almerienses, todos ellos son productos autorizados que se hallan inscritos en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Por último, cabe señalar que existen distintas modalidades de producción en Agricultura: Agricultura tradicional (AT), Producción Integrada (PI) y Agricultura Ecológica (AE). Cualquiera que sea la forma de producción elegida, existe una Normativa que emana de la Unión Europea, de los Gobiernos de los distintos Estados miembros o de las correspondientes Consejerías de Agricultura de las respectivas Comunidades Autónomas, o de las grandes cadenas de supermercados (a las que libremente se pueden adherir las empresas productoras) que obliga a los agricultores a cumplir determinadas Normas.

Para ello, es necesario disponer de los correspondientes “Cuadernos de Campo” en los que se registran todas las operaciones o actividades que se realizan en las parcelas donde se genera la producción hortofrutícola.

Por lo tanto, existe un sistema de trazabilidad que, en el caso de que se produzca alguna alarma sanitaria, permite identificar rápidamente cuál es la causa que la ha generado y, consecuentemente, actuar de acuerdo con la gravedad de la situación.

Es evidente que, las autoridades sanitarias alemanas no utilizaron esta vía.

Vía e Imagenes | UPM

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