La actividad física podría compensar el riesgo de mortalidad causado por sentarse demasiado tiempo

La actividad física podría compensar el riesgo de mortalidad causado por sentarse demasiado tiempo
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Estar sentado durante mucho tiempo al día es malo para la salud. Tan malo que un asiento demasiado cómodo puede ser realmente un asesino lento. Un nuevo estudio, sin embargo, sugiere que llevar a cabo actividad física podría compensar los efectos nocivos de permanecer demasiado rato sentado.

El estudio ha sido publicado en la edición anual de promoción de la salud cardiovascular del Journal of the American College of Cardiology.

Asesino lento

Estar sentado cómodamente demasiado tiempo puede favorecer la estitiquez (al no haber movimiento, se corre el riesgo de sufrir enfermedades de colon como diverticulitis), insulina alta (condición médica de resistencia a la insulina que lleva al desarrollo de diabetes), cáncer (el sedentarismo se vincula, sobre todo, al cáncer de colon, de mama y de endometrio) y mala circulación de las piernas (aumenta el riesgo de padecer varices, tobillos hinchados o trombosis). al y como explica Daniel E. Lieberman en su libro La historia del cuerpo humano:

Se reconoce ampliamente que el reposo prolongado en la cama tiene muchos efectos perjudiciales para el cuerpo, entre ellos la debilitación del corazón, la degeneración muscular, la pérdida de hueso y un grado elevado de inflamación de tejidos. El reposo prolongado en una silla tiene casi el mismo efecto porque tampoco usamos ninguno de los músculos de las piernas para sostener el peso del cuerpo, y si la silla tiene respaldo, reposacabezas y apoyabrazos, uno puede dejar de usar muchos de los músculos de la parte superior del cuerpo.

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Para profundizar en la conexión entre sedentarismo y mortalidad, en el estudio citado se analizaron a 149 077 hombres y mujeres australianos de más de 45 años de edad a quienes se les pidió que completaran un cuestionario que determinaba cuántas horas al día pasaban sentados, de pie y durmiendo. También se les preguntó sobre el tiempo total dedicado a caminar o participar en actividad física moderada o vigorosa.

El tiempo diario se clasificó en menos de cuatro horas, de cuatro a seis horas, de seis a ocho horas y más de ocho horas. La actividad física semanal se clasificó como sin actividad física (inactiva), 1-149 minutos (insuficientemente activa), 150-299 minutos (suficientemente activa en el límite inferior de las recomendaciones de actividad física de Australia), 300-419 (suficientemente activa en el límite superior pero menos de una hora de actividad al día) y 420 minutos o más (muy activo, al menos una hora al día).

Los tiempos más altos (más de seis horas) se asociaron con mayores riesgos de mortalidad por todas las causas y enfermedad cardiovascular. Incluso el cumplimiento de los requisitos más bajos para la actividad física eliminó la asociación con el riesgo de mortalidad por todas las causas, con la excepción de los que se sentaron más (más de 8 horas al día). En comparación con aquéllos que eran muy activos y se sentaron durante menos de cuatro horas por día, el riesgo se mantuvo sustancialmente elevado incluso entre los participantes físicamente inactivos que se sentaron durante 4 horas por día solamente.

En ausencia de alguna actividad física, simplemente reducir los tiempos que estamos sentados puede ser insuficiente para una mejor salud.

Reemplazar sentarse con dormir no se asoció con cambios en el riesgo de moralidad en aquellos que dormían siete horas al día o menos, pero se asoció con un mayor riesgo en aquellos que durmieron más de siete horas.

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