El fraude más famoso de la antropología, el hombre de Piltdown

El fraude más famoso de la antropología, el hombre de Piltdown
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Uno de los fraudes científicos más famosos y quizás el más grande fue el descubrimiento de los restos fósiles de un homínido antepasado directo del hombre, el hombre de Piltdown. Los restos fueron hallados en Inglaterra (Piltdow) a principios del siglo XX y conformaban fragmentos de un cráneo y una mandíbula a juego, pero sobre todo destacaba la supuesta capacidad craneal que el fósil tenía.

El hallazgo en su momento despertó emoción, ya que se creía que se trataba del eslabón perdido, una mezcla entre simio y humano, pues poseía la capacidad craneal de un humano, dientes de humano pero con mandíbula de simio.

Hasta 40 años después no se descubrió que el hombre de Piltdown no era más que un triste fraude, si los restos ya eran famosos cuando los encontraron, mucho más famosos se hicieron al descubrir el supuesto fraude. Pero la pregunta que entonces flotaba en el aire era, ¿qué mente había sido capaz de preparar tan perfecto engaño?.

La historia se remonta a los años comprendidos entre 1908 y 1911 cuando el coleccionista de antigüedades y aficionado antropólogo Charles Dawson encontró algunos fragmentos fósiles en la localidad de Piltdown. En el año 1912 el coleccionista de antigüedades contactó con Sir Arthur Smith Woodward del Museo Británico de Londres para hablarle del cráneo que tenía en su poder. Tras este hecho, el entusiasmo se apoderó de Sir Arthur y se dispuso a acompañar a Dawson a la ciudad de Piltdown a buscar nuevos restos.

Encontraron nuevamente dos molares gastados, varios huesos de algunos mamíferos y algunas herramientas de piedra. En un principio no existía asociación alguna entre el cráneo y la mandíbula, pero tras numerosos exámenes encontraron que ambos restos coincidían perfectamente, se trató de un acontecimiento sin precedentes, un homínido que presentaba características de ambas especies.

Se propuso seguidamente la creación de un nuevo género, el Eoanthropus Dawson, que se incluiría en la gran familia homínida. Como en todo descubrimiento, siempre hay escépticos que dudan y que buscan la verdad más profunda, era el caso de los científicos americanos y franceses que no estaban de acuerdo con la interpretación que se daba a los restos fósiles.

Años más tarde, en 1917, se encontraron nuevos restos similares a los ya encontrados anteriormente, este hecho reforzó la aceptación del hombre de Piltdown como un nuevo genero de homínidos. La fama del hombre de Piltdown se fue apagando con los años y quedó prácticamente en el olvido como un extraño caso donde las piezas no encajaban en la historia.

En 1953 se dio un giro al descubrimiento, se trataba de un fraude, Weiner, Le Gros Clark y Oakley explicaron el fraude, se fabricaron los huesos y se tiñeron para hacerlos pasar por antiguos, en cuanto a la mandíbula, era de un orangután con los dientes limados para que parecieran humanos.

De momento, ese ansiado eslabón perdido aún no se ha encontrado y dudamos mucho que se llegue a encontrar, quién sabe.

Más información | Alpoma Más información | Ucm

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