Tu compasión y empatía depende del dinero que tengas

Tu compasión y empatía depende del dinero que tengas
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En pocas palabras, podría afirmarse que, a más dinero, menos empatía y compasión hacia los demás. Es lo que, al menos, sugieren diversos estudios en este sentido.

Y es que, a pesar de que tener más dinero podría darte la posibilidad de dar más a los demás, en realidad lo que ocurre es que das menos, en general.

Dinero y codicia

Los conductores de coches de lujo tienen mayor probabilidad de cortar el paso a otros conductores e ignorar a los peatones que ingresan en los cruces peatonales. Las personas más pobres piensan con más frecuencia sobre el sufrimiento de los demás. Las personas más ricas y poderosas son peores al leer emociones en las caras de otras personas.

Incluso se ha demostrado que pensar en la propia riqueza (por pequeña o grandiosa que sea) te predispone a compartir menos dulces con niños.

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No es que las personas menos empáticas y codiciosas son las que se hacen más ricas, es que hacerse rico, generalmente, te vuelve menos empático y más codicioso. Como explica el estudio de Scientific American:

La riqueza y la abundancia nos dan una sensación de libertad e independencia de los demás. Cuanto menos tengamos que confiar en los demás, menos nos preocuparemos por sus sentimientos. Esto nos lleva a ser más egocéntricos.

Lo más probable (a no ser que tengas un yate) es que ahora mismo te sientas indignados con los ricos. El problema es que tú, lector, probablemente también eres rico comparado con gran parte de la humanidad: si ganas unos 34.000 dólares al año (o un poco más, según otros estudios), te encuentras entre el 1% más rico del planeta.

Después de todo, en todo el mundo, alrededor de tres mil millones de personas se ganan la vida con menos de dos dólares al día. El resto de personas, ricas en comparación, raramente habrán sufrido por su comodidad relativa respecto a la de los más desfavorecidos.

Salvo porque quizá inviertes en alguna ONG (una suma que no supone ningún sacrificio real por tu parte) y dedicas un par de minutos un día cualquier a pensar que el mundo es horrible, el resto de tu vida, rodeado de un nivel de vida excepcionalmente elevado en comparación, lo que te preocupa es obtener más riqueza y éxito personal.

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