¿Quién paga la cena? Tanto hombres como mujeres se sienten incómodos si paga ella

¿Quién paga la cena? Tanto hombres como mujeres se sienten incómodos si paga ella
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Tenemos una cita con un chico o una chica, vamos a cenar, llega la cuenta... ¿quién paga? No hace mucho, lo caballeroso sería que pagara él. Ahora, eso puede parecer una actitud carca e incluso machista. Sin embargo, ¿qué opinan de verdad tanto hombres como mujeres del acto de pagar la cuenta en una cita?

¿Por qué continúa habiendo una especie de toma y cada y cierta incomodidad cuando llega la cuenta? Básicamente, parece que ambos sexos tienen opiniones muy diversas sobre este asunto.

Educación y decoro

En un estudio en el que han particiado más de 17.000 heterosexuales solteros, el 40% de las mujeres declararon que se molestaban cuando los hombres no aceptaban su oferta de pagar en una cita, el 39% deseaba que los hombres rechazaran sus ofertas, y el 44% dijo que se molestaban cuando los hombres esperaban que ayudaran a pagar.

Más datos: El 76% de los hombres dijeron que se sienten culpables si no pagan en una cita. Sin embargo, el 64% cree que las mujeres deben contribuir a la factura, y casi la mitad dijo que dejaría de salir con una mujer que nunca paga.

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Para complicar más las cosas, casi la mitad de las mujeres de 55 años o más y una quinta parte de las mujeres de entre 18 y 25 años prefieren pagar en una cita porque las hace sentir menos presionadas para participar en actividades sexuales en lo sucesivo. El 16 por ciento de todos los participantes masculinos dijeron que esperaban sexo si pagaban la fecha.

Ya no existe un guión fijo para una citas, según explica David Frederick, profesor asociado de psicología en la Universidad de Chapman en Orange, California, y coautor del estudio:

Muchas mujeres se ofrecen a pagar, y por eso los hombres se vuelven un poco apresurados cuando tratan de descubrir si se trata de una oferta genuina o si es parte de un ritual de citas.

En definitiva, demasiadas variables, alta probabilidad de comprometer al otro o a la propia cita, y una mayor dosis de vacilación en todas las interacciones en las que subyazca pagar a terceros.

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