¿Los usuarios de Mac pertenecen a una secta? (y II)

¿Los usuarios de Mac pertenecen a una secta? (y II)
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Generalmente, los seguidores más fieles de Apple forman parte de su personal de ventas o de mantenimiento, ya que reciben incentivos económicos para mantener su lealtad a la empresa.

Una estrategia, en suma, que sigue las reglas de los mavens, conectores y vendedores natos del artículo que hace unas semanas publicamos en Genciencia: ¿Cómo empieza paso a paso una moda o tendencia social? (I); (II); (III); (IV); (V).

Al igual que sucede con las sectas, o con los timos de ventas piramidales:

La mayoría de las personas que establecen una relación de dependencia con un producto concreto con el tiempo acaban experimentando un desencanto respecto a la marca que han aprendido a promocionar. Pero tras haberle dedicado tanto esfuerzo y haber declarado públicamente su fidelidad, mantienen una apariencia de profundad lealtad.

O dicho de otro modo: la gente se autoengaña o finge que ama la marca porque retractarse a estas alturas significaría admitir que son estúpidos.

Muchos usuarios y promotores de Mac me confesaron que las decisiones de Steve Jobs de pactar con Microsoft y de impedir que otras compañías utilizaran su sistema operativo les habían afectado profundamente. Lo más sorprendente fue que algunos de esos leales usuarios afirmaron ante los consumidores, los clientes y sus compañeros de la comunidad online que “Steve Jobs sabe qué es lo mejor para la marca” y decidieron apoyar sus decisiones enfrentándose a otros amigos o periodistas.

De esta forma, los usuarios de Mac cumplieron con otra norma fundamental de toda secta: el líder es la perfección, y nunca debe ser cuestionado públicamente.

Sectas, marcas sectarias, estrategias comerciales piramidales, pues, se aprovechan del atractivo psicológico que subyace en la exclusividad piramidal, en la dolorosa iniciación y el confort que representa tener un líder que decida lo mejor para todos. Por supuesto, también son los pilares fundamentales en los que se basa el éxito de cualquier religión.

Por supuesto, si lo que queréis es zambulliros en la confortabilidad psicológica de Apple, no puedo dejar de recomendaros en blog de la casa dedicado exclusivamente a su mundo: Applesfera.

Vía | Coerción de Douglas Rushfkoff

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