Administrando oxitocina por vía nasal, los egoistas pasaban a comportarse como altruistas

Administrando oxitocina por vía nasal, los egoistas pasaban a comportarse como altruistas
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El altruismo varía enormemente de unas personas a otras, así como las áreas cerebrales relacionadas con esas decisiones.

En este estudio publicado en Nature, los más egoistas pasaban a comportarse como altruistas (y sus cerebros, también), tras haberles administrado oxitocina por vía nasal.

Oxitocina y comportamiento prosocial

La oxitocina es un neuropéptido producido en el hipotálamo y secretado por la glándula pituitaria posterior. Durante mucho tiempo, se ha establecido que juega un papel importante en el parto y la vinculación materna y más recientemente se ha identificado como una sustancia química del cerebro implicada en la determinación de nuestras interacciones sociales.

La oxitocina, a veces conocida como la "hormona del amor" o la "hormona de la unión", es fundamental para la intimidad humana; se libera durante el sexo y crea apego entre las parejas, y** también desempeña un papel en la unión madre-hijo**.

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La oxitocina, pues, aumenta las conductas prosociales como el altruismo, la generosidad y la empatía; haciéndonos más dispuestos a confiar en los demás. Por eso, cuando se administra por vía nasal, la oxitocina parece reflejar de estos efectos. Algo similar a lo que sucede cuando ingerimos alcohol.

En otro estudio de hace dos años, liderado por René Hurlemann, del Centro Médico de la Universidad de Bonn (Alemania), la administración de oxitocina también reducía la xenofobia. En el estudio, que evaluaba cuánto dinero se donaba a un grupo de 50 personas necesitadas.

Los resultados mostraron que los que ya eran altruistas, cuando se les administraba oxitocina doblaban sus donaciones, tanto a los necesitados locales como a los refugiados. Sin embargo, la hormona no cambiaba la actitud de los xenófobos. En un estudio que incluyó alrededor de 180 participantes, con un promedio de 21 a 24 años de edad.

Así que no es extraño que los efectos de la oxitocina estén siendo investigados desde hace años en el tratamiento de fobias sociales, así como para el tratamiento de trastornos psiquiátricos o del espectro autista.

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