Watson, la nueva era de la IA (y IV)

Watson, la nueva era de la IA (y IV)
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Como íbamos diciendo, la mayor limitación de Watson, y por extensión de la inteligencia artificial, es su incapacidad para descartar opciones que a nosotros nos parecen obviamente incorrectas.

La máquina necesita tener en cuenta todas las opciones y desarrollarlas completamente para llegar a otorgarles un peso probabilistico. Carece de nociones de sentido común. Sin embargo, el cerebro humano está diseñado para seleccionar automáticamente los recuerdos similares a la situación actual.

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Es, probablemente, una respuesta evolutiva: un cavernícola tiene más probabilidades de sobrevivir si al escuchar un rugido recuerda inmediatamente el animal que lo produce.

Pero, ¿es una limitación del software, que pueda ser solventada con una mejor programación? Una máquina como Watson es capaz de aplicar miles de algoritmos en apenas tres segundos, pero todos esos algoritmos deben ser programados de antemano. Aunque ya hace años que se oye hablar de algoritmos evolutivos, sigue siendo algo extraño en el mundo de la computación.

Sin embargo, el cerebro humano está diseñado para adaptarse, para evolucionar en función de las experiencias. No sólo a nivel de software. Gracias a las sinapsis, es capaz de cambiar su propia estructura interna para hacerse cada vez más hábil en una tarea dada.

Y, por supuesto, el cerebro humano vence a Watson de calle en un apartado: el tamaño. El cerebro humano ocupa poco más de un palmo, y funciona únicamente a base de hamburguesas (tratándose de un programa americano).

Sin embargo, el programa de Watson requiere 90 servidores IBM Power 750, distribuidos en 10 racks (cada uno del tamaño de una nevera). Cada servidor contiene un procesador de 8 núcleos, capaces cada uno de ejecutar simultáneamente cuatro hilos de procesado. En total, 2880 unidades de proceso, con una memoria RAM total de 16 terabytes. Todo esto sin contar el hardware de red adicional necesario para interconectar todo el montaje.

A parte de alarmar a los apocalípticos de la tecnología y ganar concursos de televisión, con la consecuente publicidad que ello comporta; la tecnología desarrollada para Watson se aplicará en el futuro próximo a tareas relacionadas con el diagnóstico médico (el sistema comparará los síntomas descritos por el paciente con la base de datos de conocimientos médicos), así como en la búsqueda de antecedentes legales.

Vía | La Vanguardia, Wikipedia
Foto | Torkildr

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