¿Por qué algunas personas no pueden resistir una apetitosa comida?

¿Por qué algunas personas no pueden resistir una apetitosa comida?
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Hay personas que no pueden refrenar su deseo de comer ante la presencia de un suculento plato y sin más dilaciones se disponen a devorarlo, al parecer algunas personas no pueden resistirse ante las suculentas comidas y precisamente no es por falta de voluntad.

Un grupo de investigadores ha descubierto gracias a un estudio con scanners, que algunas personas son especialmente sensibles a la publicidad alimentaria y al envasado de los alimentos. Al parecer se produce una mayor estimulación en un área del cerebro al que denominan centro de recompensa, siendo algunas personas mucho más afectadas que otras.

Los científicos mostraron a un grupo de personas varias imágenes que resultaban apetitosas, como por ejemplo una torta de chocolate. También enseñaron otras que no lo resultaban tanto como el brócoli, para finalizar mostraron comidas realmente asquerosas como un trozo de carne podrida. En cada una de las situaciones se midió la actividad cerebral a través de un scanner.

Después de esta prueba visual, se les dio a los sujetos del experimento un cuestionario donde se evaluaba el deseo particular de las metas que querían alcanzar y cuáles eran sus ambiciones. Según los científicos, las respuestas de los cuestionarios podían predecir cuánto se activarían los centros de recompensa de los cerebros de los sujetos, con las imágenes de los alimentos apetitosos.

Tras estas pruebas, se ha determinado que los centros de recompensa cerebrales de algunas personas son más sensibles a las señales de alimentos apetecibles, lo que puede servir para comprender por qué unas personas desarrollan ciertos desordenes como pueden ser los trastornos alimentarios compulsivos. Este estudio además podrá servir para ayudar a aquellas personas que intentan refrenar sus ansias de comer sin conseguirlo.

No vale decir aquello de, "se tiene la voluntad que se quiere", ya que este estudio demuestra que a veces hace falta algo más que voluntad para contener por ejemplo la gula. Este estudio ha sido realizado por la Unidad de Ciencias Cognitivas y Cerebrales del Consejo de Investigaciones Médicas del Reino Unido y publicado en la revista Neuroscience.

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