Las mediciones de los aztecas

Las mediciones de los aztecas
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Los aztecas utilizaban su propio sistema para medir sus parcelas de tierra a través de dibujos de corazones, manos y flechas que representaban fracciones de unidad lineal, según un estudio realizado por Barbara Williams y María del Carmen Jorge, dos investigadoras pertenecientes a universidades de EEUU y México, respectivamente.

El análisis ha sido posible gracias al estudio de dos manuscritos que documentan las propiedades agrícolas situadas en Tepetlaoztoc, una ciudad estado del periodo azteca de entre los años 1540 y 1544 aproximadamente, situada cerca de Texcoco, la antigua capital de los aztecas Acolhua.

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Estos dos manuscritos son el códice de Santa María Asunción y el códice de Vergara, y entre ambos aportan más de 2000 dibujos de propiedades agrícolas de 16 comunidades de los aztecas Acolhua. Los códices contienen además datos, por unidad de vivienda, sobre la edad, el sexo, el parentesco, el estatus socioeconómico y la posesión de tierras de sus ocupantes.

El estudio realizado muestra evidencias del uso de principios matemáticos congruentes, basados en proporciones entre la medida lineal estándar de los acolhua y otras unidades menores, como el corazón, la mano o la flecha.

Para las investigadoras, el emplear fracciones de unidad en sus sistemas de medición, permitió a los aztecas determinar con gran precisión el área de terrenos irregulares o con relieves.

Después de usar diferentes algoritmos, las investigadoras determinaron que dos flechas eran el equivalente a una unidad, que cinco manos equivalen a tres unidades o que cinco corazones representan dos unidades.

De acuerdo con este estudio, se descubrió que para medir un terreno, los aztecas medían lados de las parcelas cuando eran cuadriláteros, pero en otras superficies con formas más complicadas, medían dos lados opuestos, los promediaban y luego multiplicaban el resultante por alguno de los otros lados. También descomponían los cuadriláteros en triángulos, calculando la superficie de esos triángulos.

Las investigadoras hallaron que el 60% de los valores de las áreas de la zona pueden ser reproducidos exactamente a través de las mediciones aztecas. En los casos restantes, las discrepancias son muy pequeñas.

Vía | El Mundo Más información | El Universal

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