El biocarburante es ya una realidad

El biocarburante es ya una realidad
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Al fin parece que la cosa pinta más optimista de cara al medio ambiente, al menos en un futuro próximo. Para el año que viene, los carburantes para automoción deberán alcanzar una mezcla mínima del 2% de biocarburante, para posteriormente subir la cuota al 5,75% como mínimo a partir de 2010. Esta es sin duda una buena noticia, pero ¿sabemos exactamente que es el biocarburante y por qué es bueno para el medio ambiente?

Hay una cosa que hay que tener en cuenta, el biocarburante sigue siendo carburante y, por tanto, no soluciona el problema de la emisión de gases contaminantes eliminándolos, sino sólo reduciéndolos. Biocarburante viene a significar todos aquéllos combustibles naturales que derivan de la biomasa, es decir de organismos recientemente vivos o de sus desechos metaboólicos. Un buen y manido ejemplo es el estiércol de vaca. Evidentemente, debido a su naturaleza, es un producto renovable, al contrario que el petróleo, carbón y cosas así. Los biocombustibles más conocidos son el bioetanol y el biodiesel, el primero fabricado a partir de maiz, caña de azúcar o remolacha, y el segundo hecho a base de aceites vegetales. Pero, ¿contamina menos?

Debido a su origen, el biocarburante no contribuye a aumentar el nivel de CO2 en la atmósfera. En efecto, el combustible se puede obtener a partir de restos vegetales procedentes de la biomasa, y no de fósiles (el petróleo es un combustible fósil), y esa biomasa (vegetales pongamos por caso) ha obtenido el dióxido de carbono de la atmósfera, por lo que al quemarlo para obtener energía no contribuímos a incrementar el nivel de dicho gas a la atmósfera, si no que simplemente le devolvemos lo que se había tomado por medio de la fotosíntesis. Hay ahí un equilibrio que no se cumple con los combustibles fósiles, que aportan un extra de CO2. Podéis perfectamente preguntaros por qué se incrementa el nivel de dióxido de carbono al quemar combustible fósil y no al quemar combustble derivado de la biomasa.

La respuesta no es tanto que se incremente por quemar combustible fósil como que se rompe un equilibrio muy delicado. Quemar combustible fósil aporta más CO2 que el que se entrega a la atmósfera en situación de equilibrio, y la masa vegetal existente no puede transformarlo por completo en O2 por medio de la fotosíntesis. Si a esto sumamos la deforestación, que reduce la cantidad de masa vegetal disponible para reciclar el dióxido de carbono, tenemos ahí el desequilibrio que hace que aumenten las tasas de gases de este estilo en la atmósfera.

Entonces, teóricamente, el biocarburante será beneficioso para la atmósfera desde el momento en que haría más posible llegar a un equilibrio. Para esto tendríamos que contar con un proceso de combustión mucho más eficiente que el actual, pero esperamos que todo llegue.

Una buena noticia que tenemos que celebrar es la decisión por parte de la Federación Internacional de Automovilismo de introducir el biocarburante en la competición automovilística. Recientemente se ha disputado el Rally Verde de Suecia, una prueba especialmente diseñada para coches alimentados exclusivamente con bioetanol. Para el presidente de la FIA, Max Mosley, el futuro del campeonato pasa por el nuevo carburante, cosa que celebramos por ser un ejemplo a seguir en otras disciplinas y sectores de la automoción.

Vía | Biocarburante.com Vía | WRC

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