Diez tipos de radiaciones que recibimos diariamente (II)

Diez tipos de radiaciones que recibimos diariamente (II)
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Los científicos estiman que alrededor del 80 % de la radiación a la que estamos expuestos proviene de fuentes naturales.

Pero las fuentes más comunes de radiación no son las que más preocupan a la mayoría de nosotros. Nos preocupan más el impacto de las exploraciones médicas, rayos X o radioterapia, que cuentan alrededor de un 15 % de nuestra exposición a la radiación.

El resto proviene de fuentes menores como lo son las manillas de los relojes que brillan en la oscuridad, hornos microondas, teléfonos móviles, etc.

Algunos de nuestros temores sobre la radiación están justificadas, otros pueden ser desestimados. Sigamos pues descubriendo sobre ellos.

8. Detectores de humo

Pueden salvar vidas, pero algunas personas están convencidas de que los detectores de humo también pueden ser perjudiciales por radiación.

Hay dos tipos de detectores de humo de uso doméstico: los detectores de humo por ionización, que detectan las partículas de humo a través de un radionucleido sellado en su interior, y los detectores de humo fotoeléctricos, que utilizan un sensor de luz. Los primeros son mejores para detectar incendios flash, mientras que los otros son buenos para los focos humeantes. Muchos detectores de humo utilizar una combinación de ambos métodos.

Un detector de humo de ionización no constituye un peligro para nadie, siempre y cuando no se desarme. El detector utiliza un componente radiactivo, Americio 241, que se encuentra envuelto en papel de aluminio y sellado en una cámara.

El Americio 241 emite partículas alfa y rayos gamma. Los detectores de humo ionizantes funcionan de tal manera que hacen sonar una alarma cuando se interrumpe el flujo de las partículas alfa.

7. Control de seguridad

Los sistemas de seguridad de los aeropuertos han cambiado dramáticamente desde el 11-S. Ahora, existen dos tipos diferentes de escáneres que te chequean a ti y a tu equipaje para el control de armas o algún tipo de contrabando. Estas máquinas no son detectores de metal, son máquinas de rayos X.

Si habéis volado en los últimos años, estaréis más o menos familiarizados con la rutina antes de entrar en la zona de embarque: quitarse los zapatos, chaqueta y cinturón, ponerlos junto el equipaje de mano en una cinta transportadora para que la máquina de rayos X haga su función: ver si portas alguna cosa prohibida.

Por el contrario, las personas pasamos a través de un escáner de rayos X, llamado el sistema de retrodispersión, que utiliza una cantidad mínima de radiación. Las paredes gruesas evitan que los rayos X penetren en la zona circundante.

El Gobierno regula la cantidad de radiación que la máquina puede emitir y requiere de sistemas de alarma y cerraduras para evitar contratiempos.

En octubre de 2001, sobres con esporas de ántrax pasaron por el Servicio Postal de los EE.UU., por lo que el Gobierno ordenó posteriormente la irradiación de todo el correo de las oficinas federales en el área de Washington. Esto se realiza mediante la ejecución de un haz de electrones o una radiografía. Una barrera de hormigón de un espesor considerable protege a los trabajadores postales. El resultado no es un correo radiactivo, pero puede parecer frágil o tener un olor extraño.

6. Microondas

Muchos de nosotros estaríamos perdidos sin los hornos microondas, pero ¿cómo funcionan? ¿Vamos a pagar con una enfermedad mortal por hacer palomitas de maíz?

Los microondas utilizan ondas de radio frecuencia que hacen vibrar las moléculas de la comida y generar calor. La energía no es radiactiva y no altera la comida.

El peligro de la radiación de microondas viene si la puerta no se sella completamente. Los microondas se calientan al igual que calienta una taza de café, por lo que un microondas con una puerta defectuosa puede ser algo peligroso.

Un escape de radiación no se puede ver ni oler, por lo que la Food and Drug Administration aconseja tener cuidado y no pararse enfrente o apoyarse en el horno mientras está en uso.

5. Líneas de alta tensión

Después de varias décadas de investigación, los científicos aún no saben mucho acerca de los peligros de los campos eléctricos y magnéticos producidos por líneas eléctricas de alta tensión. Las cargas eléctricas producen campos eléctricos y el flujo de corriente a través de los cables produce campos magnéticos.

En la década de los 90's, muchas familias y agricultores que vivían o tenían animales cerca o debajo de tendidos eléctricos se adelantaron a decir que existían efectos negativos en su salud. El National Institute of Health realizó un estudio de casos de leucemia infantil en 1998 y determinó que vivir cerca de líneas de energía era una posible causa, pero no tuvo resultados concluyentes.

Mientras que las líneas eléctricas emiten sus campos en el cielo, otro peligro acecha bajo tierra. Sigue leyendo para averiguar que amenaza radiactiva vive de debajo de su casa.

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