Globos de agua biológicos: los cecilios

Globos de agua biológicos: los cecilios
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Pensad en un globo de agua. Fijad la imagen. Bien, ahora vayamos a hablar de los pulpos, los elefantes y los seres humanos. Todos ellos se valen de la presión hidrostática para mover sus tentáculos, trompas y lenguas.

Y es que nuestras lenguas en realidad no están accionadas por un músculo. Cuando, por ejemplo, sacamos la lengua a alguien, ello es posible porque dentro de nuestra lengua hay una cámara con fluido, alrededor de la cual se enrolla un músculo. Cuando se ejerce presión sobre el fluido, cambia la forma de la lengua.

Los invertebrados, que no tienen esqueleto donde adherir sus músculos para moverse, emplean este sistema que recuerda a un globo de agua como medio de transporte. Los gusanos de tierra, por ejemplo, son básicamente lo siguiente: bolsas segmentadas de fluido que se arrastran por el suelo.

Los biólogos siempre han supuesto que los vertebrados no usaban esta primitiva forma de propulsión, pero finalmente se ha encontrado uno que sí lo hace: el anfibio perforador llamado cecilio, carente de patas y con la apariencia de un gusano.

A diferencia de otros vertebrados, los cecilios tienen músculos que rodean la pared corporal, desde la panza hasta el lomo (en los vertebrados los músculos tienden a extenderse longitudinalmente, de la cabeza a la cola). Al contraer estos músculos, los cecilios presionan el fluido en su cavidad corporal, originando una fuerza que va en dirección a la cabeza y empuja al animal hacia delante, de la misma forma que se ve un globo lleno de agua cuando se le aprieta.

El fisiólogo James O´Reily, de la Universidad del Norte de Arizona, lo matiza así:

Pero dada la forma en que estos animales también tienen tejidos conjuntivos enrollados en torno a sus cuerpos, todo ese volumen de cambio se traslada, haciendo que su cuerpo sea más largo y delgado.

La técnica es sumamente eficiente: un cecilio puede generar casi el doble de la fuerza de una serpiente de tamaño similar, que usa los músculos que van a lo largo de la columna vertebral para girar y contonearse. Porque lo que hacen los cecilios no lo hacen las serpientes: aplican toda su energía muscular para avanzar, usan todo su cuerpo como un órgano hidrostático unicameral. Volved a pensar en los globos y en dinámicas bolsas de agua con aspecto vermiforme.

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