La evolución se puede medir en miles o millones de años, todo depende de la situación, las condiciones, el individuo, etc. La esencia que caracteriza a la evolución es el cambio que una determinada especie presenta a nivel genético a lo largo de su trayectoria originando nuevas especies. Hasta ahora, estas eran algunas de las características que definían a la evolución.
El calentamiento de la Tierra y el cambio climático al que nos estamos enfrentando están propiciando que la evolución tome una velocidad mucho más acelerada de la que se ha estado dando a lo largo de miles de años, especialmente en determinadas especies. Un interesante artículo publicado en la revista digital Smithsonian, nos muestra algunas de estas aceleraciones sufridas en determinados animales.
Los cambios a los que nos enfrentamos son muy bruscos o mejor dicho rápidos, tanto, que algunas especies intentan adaptarse con la misma rapidez a la nueva situación, se trata de la supervivencia. Los científicos nos informan sobre varios descubrimientos, nuevos corales, murciélagos, tiburones, etc., todas ellas han surgido fruto del calentamiento global y especialmente en la zona de los trópicos. Si ahora nos encontramos todavía al inicio del camino y según los científicos todavía deben subir mucho más las temperaturas, vamos a poder ser testigos en primera fila de todo tipo de cambios, comprobando cómo los seres vivos se abren paso y se adaptan.
De acuerdo que las variaciones de temperatura se han sucedido a lo largo de la historia de nuestro planeta, pero a diferencia de las diferentes épocas, la actual es la que presenta el cambio más rápido y brusco por la velocidad con la que transcurre. Los cambios conllevan la extinción y la creación, las especies que se adapten lograrán sobrevivir y evolucionarán a nuevas formas, las demás irremediablemente están condenadas a la extinción.
Los periodos de transición han comenzado y no pueden pararse, algunas especies se beneficiarán enormemente de estos cambios, otras se encontraran acorraladas. Pero de una cosa si están seguros los científicos, el ser humano ha sido el responsable directo de la aceleración, lo que debiera haber ocurrido en cientos o miles de años, puede pasar ahora en unas pocas décadas.
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